Una de las rutas más espectaculares y sencillas que pueden hacerse en la Provincia de Alicante. Mar y montaña en un tranquilo paseo hasta el Faro del Albir por los impresionantes acantilados del Parque Natural de la Serra Gelada.
La Serra Gelada fue declarado Parque Natural marítimo terrestre en 2.005 abarcando una superficie de 5.564 hectáreas, la gran mayoría correspondiente al medio marino.
Formada por un impresionante relieve que se levanta imponentemente entre las poblaciones de Benidorm, l’Alfàs del Pi y Altea, la sierra da lugar, en su frente litoral, a espectaculares acantilados de más de 400 m, y podemos encontrar reductos de vegetación y especies marinas de incalculable valor.
La ruta al faro del Albir son unos 5 km ida y vuelta que no tardas en realizarlos más de 1,30 horas con un pequeño desnivel que no llega a los metros.
Discurre por un camino asfaltado y perfectamente señalizado sin posibilidad ninguna de perderse.
Por lo tanto esta ruta al Faro del Albir es apta para todo el mundo. Puede hacerse tanto a pie como en bicicleta.
A lo largo de la subida tienes muchos puntos de interés como los espectaculares miradores donde ver toda la bahía de Altea y El Albir cerrada por el Penyon de Ifach y la Serra Gelada, la Cueva del Bou, las antiguas minas de ocre, o las Calas del Metge y de la Mina. Arriba, el faro del Albir y a su lado la Torre Bombarda.
Ideal para familias o personas con movilidad reducida, ya que puede hacerse tanto con carritos de niños como con sillas de ruedas. También, en bicicleta.
En los meses de calor hay que ir provistos de agua, ya que no hay ninguna fuente y el camino tiene pocas sombras.
Durante la corta ascensión, que andando se hace en menos de una hora, diversos paneles nos informan tanto de los puntos de interés como de aspectos importantes de la sierra como su origen, historia, usos, vegetación, geología… Una manera de aprender mientras caminamos por la montaña.
Ficha técnica
- Distancia. 5 km
- Duración: 1,30 minutos
- Dificultad. Baja
- Tipo. Ida y vuelta
- Desnivel. 120 metros
Alguna observación. Discurre toda la ruta por camino amplio de tierra y asfalto en muy buen estado.
Cómo Llegar al Faro del Albir
La ruta comienza en el parking habilitado a la entrada de la Serra Gelada. Es muy fácil llegar porque está muy bien indicado.
Si vienes desde Alicante por la autopista AP7, debes dejarla en la segunda salida de Benidorm, la 65, N-332/Callosa d’Ensarriá, para coger la N-332 dirección Valencia.
En la Nacional tienes que desviarte a la derecha hacia la playa del Albir (avenida del Albir) perfectamente indicado, y un par de rotondas después el desvío hacia el Faro del Albir o Parque de la Serra Gelada, también indicado.
Al principio del camino hay parking para dejar el coche.
Ruta del Faro del Albir
Nada más empezar el camino, que es la antigua carretera que llevaba al faro, encontramos una pequeña zona recreativa con mesitas con toldos de brezo.
Seguimos el camino asfaltado que nos llevará al faro.
Al poco de avanzar, a la izquierda, encontramos un desvío que nos lleva entre pinos a la Cala del Metge. Está indicado como camino sin salida porque debido a desprendimientos es muy difícil acceder a esta Cala.
Bajar a la cala son unos 10 o 15 minutos.
Continuamos y pasamos por un primer mirador donde podemos divisar la espectacular bahía de Altea y Calpe con el Peñón de Ifach, majestuoso, como puerta de entrada. Detrás las montañas.
La Sierra de Bernia, el Ponoig, Puig Campana, Cabeçó d’Or… y la ciudad de Altea.
Continuamos y un poco más adelante nos encontramos con un segundo mirador justo antes de entrar en un túnel excavado en la roca.
Al atravesar el túnel, al fondo, ya podemos divisar nuestro final de trayecto, el faro del Albir, con los restos de la antigua Torre Bombarda a su lado.
Seguimos avanzando y después de unas cuantas curvas a mano derecha en la montaña, vemos la Cueva del Bou o boca de la Balena, una cavidad producto del agua filtrada sobre la roca caliza a la que puedes acceder por un camino entre arbustos para disfrutar de las vistas o descansar un poco en la sombra.
Continuamos avanzando y nos encontramos con otro sendero, a mano izquierda, para bajar a la Cala de La Mina.
Un poco más adelante hay otro que también nos permite descender a la cala y pasa por la minas de ocre.
Desde aquí hasta el faro hay que destacar un nuevo mirador a escasos 200 metros antes de nuestro fin de trayecto a la derecha que nos permite ver la parte que da a alta mar de la sierra con sus impresionantes acantilados.
Y llegamos al faro. Con muy buen criterio, el faro, todavía en funcionamiento, se ha convertido en un Centro de Interpretación de la sierra y el propio faro, con paneles explicativos de la historia y funcionamiento del faro e instrumentos de la época.
Abre de martes a domingo de 10 a 13:30. Se pueden concertar visitas guiadas llamando al teléfono 965 889 424.
Junto al faro se encuentra la Torre Bombarda, torre vigía construida en el Siglo XVII para defenderse de los piratas berberiscos y destruida durante la guerra de la independencia y que son muy comunes en la escarpada costa alicantina.
Trepando un poco por la piedra podemos subir y contemplar las vistas. Con un poco de suerte podrás ver delfines molares, muchos de los cuales se alimentan alrededor de la piscifactoría que hay entre el faro y el Peñón de Ifach.
Para completar la visita durante la bajada visitaremos las minas de ocre y la cala de La Mina.
Las minas de Ocre y la Cala de la Mina
Bajaremos por el primer camino que nos encontramos, y después de recorrer la cala bordeando un pequeño acantilado subiremos por el otro lado. Aunque es un pequeño sendero y tiene cierto desnivel es fácil de realizar.
Por un bonito camino entre arbustos nos encontramos estas minas que te recomendamos visitar.
Puedes entrar a la pequeña mina, explotada ya por los fenicios y romanos y que duró, después de varios periodos de abandono, hasta mediados de siglo pasado.
El fresquito del interior de la cueva y esas paredes oxidadas por el hierro de las piedras lo hacen aconsejable. El ocre se utilizaba como pigmentación. Puedes probar a coger un poco de polvo de ocre de las paredes o el suelo de la cueva y verás que tinte adquiere tu cara o manos. También la ropa.
Proseguimos este sendero hacia abajo y siguiendo unos pilares de piedra, restos de la antigua construcción para transportar el ocre hasta el mar, lugar donde los barcos lo llevaban a tierra, llegamos a la impresionante Cala de La Mina, lugar de fondeo de numerosos veleros e ideal para refrescarte si vas en una época de calor.
Sus aguas limpias y transparentes y la tranquilidad del lugar hacen imprescindible un baño o simplemente un descanso. Bordeamos la cala, puedes hacerlo a nivel de mar por un pequeño pasillo excavado en la roca por la fuerza de las olas o subir un poco la montaña hacia arriba para coger un sendero que nos lleva paralelo al mar al otro extremo de la cala. Desde ahí remontas el barranco y vuelves al camino asfaltado para volver hacia el parking.
Una ruta fácil, didáctica e interesante, que si vas con buen tiempo es imprescindible un baño en estas calas de agua limpia y transparente.